miércoles, 10 de agosto de 2011

La revolución cubana


Desde que se independizara de España, la vida política de Cuba había estado condicionada por la relación que mantenía con Estados Unidos.  Hasta 1933, en la constitución cubana existía una cláusula, conocida como la 'Enmienda Platt', que permitía la intervención norteamericana en la isla, "para proteger la vida, la libertad y los bienes' de los ciudadanos de ese país, residentes en Cuba.
La Estación Naval en la Bahía de Guantánamo se estableció en 1898, cuando Estados Unidos obtuvo el control de Cuba por parte de España al término de la Guerra hispano-estadounidense, siguiendo con la invasión de la Bahía de Guantánamo en 1898. El gobierno de Estados Unidos obtuvo una concesión perpetua que comenzó el 23 de febrero de 1903, otorgada por Tomás Estrada Palma, primer presidente de la República de Cuba.
El recién formado protectorado estadounidense incorporó la Enmienda Platt en la Constitución cubana. El tratado cubano-estadounidense establecía, entre otras cosas, que Estados Unidos tendría completo control y jurisdicción sobre la bahía de Guantánamo, con propósitos de operar estaciones navales y de embarque, mientras que reconocía que la República de Cuba mantenía su soberanía.
Hacia 1952, las empresas norteamericanas controlaban el 47,4% de la producción azucarera, el 90% de la producción de electricidad y de las redes telefónicas, el 70% de las refinerías de petróleo, el 100% de la producción de níquel y el 25% de las casas comerciales, los hoteles y la industria de productos alimenticios. Desde que comenzó la revolución, Cuba fue hostigada por Estados Unidos.  En 1960, el gobierno norteamericano dejó de comprar azúcar.  Esto condujo a un acercamiento de los cubanos con la U.R.S.S., que se comprometió a comprar medio millón de toneladas anuales de azúcar durante cuatro años.  Estados Unidos decidió entonces no enviar más petróleo a Cuba, que comenzó a proveerse de la U.R.S.S.



No hay comentarios:

Publicar un comentario